Los Captchas iniciaron en el año 2000 cuando la tecnología intentaba evitar que algún spambot hiciera mal uso de la tecnología
Seguro que todos hemos tenido que diferenciar imágenes en las que hay semáforos, barcos o algún elemento que busque asegurarse de que somos humanos y no un robot quien intenta navegar en la web. Estos “acertijos” se llaman Captchas e intentan diferenciar a un bot de un humano.
Captcha es la abreviatura de Completely Automated Public Turing test to tell Computers and Humans Apart, que en español es Test Público Completamente Automatizado de Turing para Diferenciar a los Seres Humanos de las Computadoras. Es decir, los humanos tenemos que demostrar que somos humanos y no máquinas, pero ¿esto sirve de algo?
La Inteligencia Artificial (IA) se ha hecho pasar por humanos, ha fingido ser ciega para burlar a los Captchas, así que ya no es un test confiable.
En los años 2000 fue una gran herramienta que frenó el caos que generó el internet y sirvió como filtro para frenar la publicidad automática. Reconocer letras garabateadas era sencillo para los humanos y difícil para los robots, pero esto generaba molestia entre los usuarios así que revolucionaron a los reCaptchas.
Este proyecto era gratuito, y siempre lo ha sido, pero en 2009 Google lo compró por una razón: comenzar a digitalizar sus libros de Google Books.
Los reCpatchas son más constructivos, sacan provecho de los códigos que los usuarios introducimos y ahora hacen escaneo de texto. Es decir, ayudamos a la tecnología a digitalizar textos pero en aquel entonces, la IA era incapaz de entenderla.
Para 2014 Google evolucionó a No Captcha pulsando sólo un botón con el que se verificaba que eres humano, es decir, el algoritmo ahora es capaz de comprobar el comportamiento humano mientras navegas, asegurándose de que lo haces como lo haría un humano.
Cada vez que navegamos y nos encontramos con Captchas y reCaptchas estamos enseñándole a la tecnología como nos comportamos, como pensamos y como reaccionamos.
Los datos que se generan del comportamiento humano en la navegación en internet puede servir para desarrollar nuevas tecnologías, softwares, aplicaciones y equipos tecnológicos, con la finalidad de que los usuarios compren y lo utilicen. Y todos estos datos los posee Google.
