Tras 137 días sin anotar con el Milan, Santiago Giménez volvió al gol en la Copa Italia ante Lecce. El mexicano abrió camino a la victoria rossonera y recupera confianza antes de enfrentar a Napoli
El futbol siempre encuentra maneras de narrar redenciones. En Copa Italia, Santiago Giménez rompió la sequía que lo perseguía desde el 9 de mayo y volvió a gritar un gol con la camiseta del AC Milan.
El mexicano se reencontró con las redes tras 137 días de espera. La jugada nació en la banda izquierda con un envío de Davide Bartesaghi; Santi atacó el espacio y definió de derecha para devolverle a San Siro una celebración que parecía lejana.
Aunque Giménez había marcado con la selección mexicana en ese lapso e incluso vio goles anulados en la Serie A por posición adelantada, esta vez el tanto sí subió al marcador. Más que una estadística, se trató de un alivio: un gol que debería significar un punto de quiebre en su confianza.
El partido también estuvo condicionado por la expulsión de Jamil Siebert, que dejó a Lecce con un hombre menos. Desde ahí, Milan manejó los tiempos y amplió la ventaja en el complemento con un acrobático remate de Christopher Nkunku.
El tercero cayó de los botines de Christian Pulisic, tras un balón largo que Giménez dejó pasar inteligentemente. El estadounidense resolvió de primera para cerrar la cuenta.
La goleada no fue mayor por las intervenciones del arquero Christian Früchtl, que sostuvo con reflejos y valentía a un Lecce ya desbordado.
Para Giménez, este gol significa más que una cifra: es la posibilidad de recuperar confianza en un entorno que le exige ser protagonista. El próximo reto será de máxima exigencia: el domingo 28 de septiembre en San Siro, cuando Milan reciba al líder Napoli (12:45 horas, tiempo del centro de México).
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