
Miles de rusos dieron su último adiós este sábado a Mijaíl Gorbachov, el último líder de la Unión Soviética, en una ceremonia sin brillo y sin la presencia del presidente Vladimir Putin
Viktor Orban presente
En plena crisis abierta entre Moscú y Occidente a causa del conflicto en Ucrania, ningún gran dirigente mundial estuvo presente en la ceremonia. El primer ministro húngaro, el nacionalista Viktor Orban, cercano al Kremlin, fue el único líder extranjero cuya venida se anunció el sábado. Orban se inclinó ante los restos de Gorbachov, pero según la presidencia rusa no está previsto ningún encuentro entre el jefe de gobierno húngaro y Putin. A su vez el presidente turco Recep Tayyip Erdogan presentó sus condolencias durante una entrevista telefónica este sábado con su homólogo ruso, indicó el Kremlin. Putin tampoco ignoró totalmente el deceso. El jueves visitó el hospital donde falleció Gorbachov y la televisión lo mostró inclinándose ante el féretro, sobre el cual colocó flores. El miércoles, el actual hombre fuerte de Rusia rindió a Gorbachov un homenaje con implicaciones mínimas, al afirmar que fue "un estadista que tuvo un gran impacto en la evolución de la historia mundial" y que se había esforzado en proponer "sus propias soluciones a problemas urgentes". La relación entre Putin y Gorbachov osciló entre momentos de estima y de reproches, antes de dejar lugar a una cordial indiferencia mutua. Las capitales occidentales recordaron en cambio cálidamente la figura de Gorbachov, por haber propiciado el acercamiento Este-Oeste y la reducción de los arsenales nucleares, lo cual le valió en 1990 el Premio Nobel de la Paz. El presidente estadounidense, Joe Biden, definió a Gorbachov como "un líder excepcional, con imaginación para ver que un futuro diferente era posible y el coraje de arriesgar su carrera para lograrlo". Alemania, cuya reunificación fue posibilitada por la caída del Muro de Berlín en plena era Gorbachov, anunció que el sábado las banderas de Berlín estarían a media asta. En Rusia, en cambio, Gorbachov es muchas veces descrito como el sepulturero de la gran potencia soviética, que tuvo un fin humillante. El primer presidente de la Rusia postsoviética, Boris Yeltsin, al frente del país durante la dolorosa transición a una economía de mercado, tuvo funerales nacionales en 2007. A esas ceremonias asistieron tanto Gorbachov como Putin, que había sido designado por Yeltsin como su sucesor.Putin niega un funeral de Estado a Mijaíl Gorbachov
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