Con el lema “Cualquiera puede ahogarse, a nadie debería sucederle”, la SESA enfatizó la importancia de la prevención y la educación para evitar este problema
La Secretaría de Salud (SESA) del estado de Querétaro informó que se une a la conmemoración del Día Mundial para la Prevención de los Ahogamientos, una efeméride proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas para el 25 de julio. Detalló que esta fecha tiene como objetivo concienciar a la población sobre los riesgos y la prevención de los ahogamientos, un problema de salud pública que puede evitarse con medidas adecuadas. El ahogamiento se define como las dificultades para respirar causadas por la inmersión en un líquido. Aunque puede no causar morbilidad en todos los casos, en algunos resulta fatal. Este año, el lema del Día Mundial es “Cualquiera puede ahogarse, a nadie debería sucederle”, subrayando la necesidad de acciones preventivas. A nivel global, los ahogamientos representan un grave problema de salud pública. De acuerdo con al SESA, en 2019, aproximadamente 236 mil personas fallecieron a causa de ahogamientos, y los traumatismos en general constituyen casi el ocho por ciento de la mortalidad mundial total. El ahogamiento es la tercera causa más importante de mortalidad por traumatismos no deliberados y constituye el siete por ciento de las defunciones relacionadas con traumatismos. El ahogamiento puede ocurrir de manera repentina e impactante, y a menudo las personas no se dan cuenta hasta que es demasiado tarde. Los niños son los más vulnerables, frecuentemente debido a descuidos o la falta de habilidades para nadar. Incluso una pequeña cantidad de agua puede ser peligrosa, y lugares como bañeras, piscinas, albercas inflables, jacuzzis, cubetas y fregaderos pueden presentar riesgos significativos. La Secretaría de Salud emitió las siguientes recomendaciones para proteger a los niños de posibles ahogamientos:- Supervisar siempre a los bebés durante el baño. Si necesita atender otro asunto, lleve al bebé con usted envuelto en una toalla.
- No dejar recipientes con agua sin supervisión.
- Evitar el uso de asientos de bañera sin supervisión constante.
- Mantener la tapa del inodoro baja.
- Supervisar a los niños pequeños en el baño.
- Enseñar a nadar a los niños como parte de su educación acuática.
- Si tiene una piscina, instalar un cerco de al menos 1,5 metros de altura y una puerta que cierre sola y se trabe.
- Retirar los juguetes de la piscina cuando los niños dejen de nadar para evitar intentos de recuperación sin supervisión.
- No confiar únicamente en los elementos de flotación inflables para la seguridad del niño.
- Evitar bañarse en zonas donde está prohibido, como bordos y presas.
- No bañarse de noche, para evitar situaciones peligrosas sin visibilidad.
- Siempre bañarse acompañado en las piscinas, especialmente si se trata de una persona mayor o con problemas de salud.
- No intentar nadar en contra de la corriente durante una inundación.
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