La policía británica detuvo a dos personas tras el ataque a una sinagoga en Manchester que dejó tres muertos, incluido el agresor, y cuatro heridos; el hecho fue calificado como atentado terrorista
La policía británica confirmó este jueves la detención de dos personas en relación con el ataque a una sinagoga en Manchester, en el que murieron tres personas —incluido el presunto agresor— y al menos cuatro resultaron heridas. Las autoridades clasificaron el hecho como un atentado terrorista.
Laurence Taylor, subcomisario y jefe de la unidad nacional contra el terrorismo de Scotland Yard, informó que el atacante murió tras recibir disparos de los agentes. Señaló que su identidad es conocida, aunque no pudo ser confirmada de inmediato por motivos de seguridad.
El ataque ocurrió alrededor de las 09:30 hora local, cuando un automóvil arrolló a varios transeúntes frente al templo. Posteriormente, el conductor agredió con un cuchillo a personas en el exterior, entre ellas un guardia de seguridad. El sospechoso portaba un chaleco que simulaba ser un artefacto explosivo.
El jefe de la Policía del Gran Manchester, Stephen Watson, detalló que las dos víctimas mortales, además del agresor, pertenecen a la comunidad judía. Explicó que el sospechoso fue interceptado y abatido siete minutos después del primer aviso. Cuatro personas permanecen hospitalizadas con heridas graves.
Watson subrayó que la rápida reacción de agentes y feligreses impidió que el atacante ingresara a la sinagoga, donde había gran concurrencia debido a la festividad de Yom Kippur. El subcomisario Taylor calificó de “devastador” que el ataque ocurriera en la jornada más sagrada del calendario judío.
Tras el atentado, el primer ministro británico, Keir Starmer, anunció que se reforzará la seguridad en todas las sinagogas del país. También informó que regresó antes de lo previsto de una cumbre europea en Dinamarca para encabezar la reunión del comité COBRA de emergencias.
El ataque fue condenado por organizaciones judías, musulmanas y cristianas, que llamaron a la convivencia pacífica. Ocurre en un contexto de aumento de delitos antisemitas e islamófobos en el Reino Unido tras el ataque de Hamás contra Israel en octubre de 2023 y la posterior guerra en Gaza.
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