¿Cómo están?, me da mucho gusto saludarles en este martes, y sí, quiero comenzar esta columna diciéndoles que puede más la complicidad de la Cuarta Transformación que la amistad de sus dirigentes de Morena y el Partido Verde para lograr el poder en el estado de Querétaro, como siempre han anhelado desde el año 2009, pasando por 2024, pero sin lugar a dudas, tanto el Verde como Morena han tenido varios exabruptos para poder lograr este poder y lo único que han conseguido es tener complicidades para seguir dirigiendo a Morena y el Partido Verde.
Quiero platicarles solamente algunos datos interesantes en que las complicidades han llevado a los dirigentes estatales a regalar este poder durante muchos años.
Y es que el Partido Verde en el año 2012 fue en alianza con el PRI para llevar a Enrique Peña Nieto al poder y al dirigente estatal de este partido político le regalaron la diputación federal del segundo distrito, que, por cierto, es el mismo distrito que hoy ganó por Morena.
Y es que en el año 2024, también Ricardo Astudillo regaló las siglas del partido político ahora a Morena y lo hizo sin ningún menoscabo y atropellando a mucha de la militancia del Partido Verde que aspiraba a un cargo de elección popular, ya sea una presidencia municipal o una diputación local, pero a él no le importo, se salió simple, sencillamente, diciendo que ya estaba arreglado el convenio en la Ciudad de México, porque ya le habían ofrecido una diputación federal. Él buscaba ser diputado ahí en el sexto distrito, donde Luis Humberto Fernández ganó contundentemente por Morena, y Ricardo Astudillo, en el enojo, regresó al segundo federal, cuya cabeza es San Juan del Río, y tuvo la fortuna de la fractura de muchos aliados políticos.
Por eso el Partido Verde siempre se vende al mejor postor políticamente hablando y puede más esa complicidad que la amistad de sus propios militantes, que lo han tenido siempre con un registro del tres o el cuatro por ciento en cada elección, porcentaje del que no sube en votación total en los 15 distritos locales y mucho menos en los municipios. El Partido Verde y Morena, ya no son amigos, ya son cómplices.
Así, Astudillo ahora quiere ser Morena, no porque él quiera, sino porque le conviene, porque desde ahora no tiene votos, no hay aliados para llevarlo solo con las siglas del Verde; ocupa y le urge que Morena vaya con él, sea como sea, amarrando alianzas fantasmas con políticos que ya no existen; aquí es capaz de entregar lo que sea, como lo hace cada tres años, por lograr su objetivo personal. Para eso ocupa complicidad y no amistad.
Morena, por otro lado, busca que sea una mujer u hombre que represente los intereses de la Cuarta Transformación, que tanto trabajo le ha costado a Querétaro tener; hoy tiene solamente una piedra en el zapato y vaya que si la comparamos con la peña de Bernal será muy pequeña, ya que Gilberto Herrera, siendo investigado por la Fiscalía General de la República, con sus 14 amigos, no se quitará de encima el desprestigio al interior de la militancia, porque dentro del Comité Estatal, son amigos, pero ahora son cómplices.
Lo que le conviene es tener un candidato o candidata más adecuado a la realidad, a lo que busca Morena, y lo dijo en su pasado Consejo Político Nacional, que tienen que salir a la calle y buscar los adeptos nuevamente en la gente.
Por cierto, Gilberto Herrera no concuerda con la diligencia nacional, mucho menos con la jefa de partido, que es la presidenta de la República, pero eso a Gilberto Herrera no le interesa, porque hoy ha hecho complicidades para despreciar a Querétaro como estado de la República y perder toda brújula de lo que quiere representar realmente.
Los amigos de Gilberto estarán declarando ante la Fiscalía General de la República, pero la complicidad podrá más en este sentido que la amistad que los llevó al poder en la Universidad Autónoma de Querétaro; esas complicidades Gilberto las tendrá que pagar muy caro: si las investigaciones siguen avanzando en la fiscalía, mucho tendrá que decirnos un rector que hoy puede costar 320 millones de pesos.
Morena y el Verde tienen estas características esenciales: primero ser amigos y después cómplices, llevar los dos partidos políticos, con las siglas diferentes, no les quita el crédito de siempre engañar al electorado, porque ya lo hicieron con su propia militancia.
Morena lo dijo en el Consejo Nacional, que ya no va a permitir ningún chapulín político, esto se refiere a gente que venga de otros partidos políticos y entre en Morena, cuando Morena se hizo del 100 por ciento de otros partidos políticos, empezando por el PRI, después el PRD, para dar continuidad al PAN y Movimiento Ciudadano.
Nos podemos seguir preguntando cada día: ¿puede más la complicidad que la amistad? ¡Claro que sí!
Morena, significado de corrupción
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