Hace unos días, Gilberto Herrera, que comanda un grupo de Morena y que también lo hace desde el Comité Directivo Estatal del mismo partido político, y, dicho sea de paso, manda también en el consejo, hizo revelaciones referentes a cómo destruir, literalmente, el proyecto de El Batán que presentó el gobernador Mauricio Kuri.
Y este Gilberto Herrera ya hizo oficial que quiere ser gobernador de este estado. Al no tener discurso ni mucho menos propuesta, la finalidad de Gilberto será acabar con la imagen pública del gobernador. Por eso, insistir en un tema como El Batán, que le da resultados para que pudieran hacer foros de consulta, pero además jugar en las redes sociales con videos y hablando mal del gobierno de Mauricio Kuri y, también en lo personal, golpear políticamente al gobernador rinde frutos.
Mencionaba Gilberto Herrera en una reunión que él buscaría a la presidenta de México para que diera una orden expresa y suspendiera el proyecto de El Batán; caso contrario, tendrían que ocupar otros elementos necesarios para poder tirar este proyecto en la Cámara de Diputados local. Literalmente no fue así: la presidenta de México dio su respaldo al dar su opinión favorable al proyecto de El Batán, agua para todos y dijo que en otros países ya se estaba dando este fenómeno muy importante del tema del agua y que se tenía que explorar los expedientes técnicos para poder seguir avanzando, pero en ningún momento la presidenta Claudia dio su voto en contra; al contrario, lo que Gilberto Herrera esperaba del reportero no fue logrado y tuvo que emprender una nueva guerra sucia en contra del gobernador.
Después apostó por traer al senador Gerardo Fernández Noroña. Tenía que hacer algo, ya que Fernández Noroña se ha distinguido por ser y manejar un debate muy sucio, cada vez que le prestan un micrófono, cerrado, también inició una campaña presidencial desde ahora y recorre el país sin ningún trabajo, lo conoce muy bien, y ya hace enojar a los gobernadores o presidentes municipales que se le crucen en el camino. Gerardo, a su viejo estilo del PRD, siempre ha sido burlón, y, como lo calificó el presidente municipal de Querétaro, UN PAYASO. Todo esto fue un elemento esencial para que Fernández Noroña, en su primera visita a Querétaro, destrozara el proyecto de El Batán, hablar, además, y decir inclusive de actos de corrupción, aunque, por supuesto, Fernández Noroña no presenta ni una sola prueba cada vez que hace o levanta una acusación; ese es el viejo estilo de Fernández Noroña, acostumbrado a una izquierda sucia, izquierda burlona, pero, además, con un grado de picardía, porque por eso se llevó el apodo de CHANGOLEÓN, ese personaje mexicano que existió gracias a Facundo, conductor de televisión.
Fernández Noroña tenía el propósito de, en la reunión ciudadana de esa primera ocasión que vino, destrozar el proyecto y darle un voto y discurso a Gilberto Herrera y compañía para que hicieran lo que quisieran dentro de los medios de comunicación, y, por supuesto, en las redes sociales, que es donde más activismo político tiene Fernández Noroña.
Al paso de tres semanas, Beatriz Robles, senadora de Querétaro, invitó a los foros ciudadanos y reuniones que Fernández Noroña estaría convocando en el estado de Querétaro. Para ser preciso, estaría en Santa Rosa Jáuregui, donde hablaría precisamente del proyecto de El Batán, agua para todos, pero mucho antes, la estrategia estaba más que asentada en una rueda de prensa, donde Fernández Noroña cambió literalmente el discurso y dio su voto a favor del proyecto de El Batán, agua para todos, y por supuesto esto no gustó a las tribus de Morena y en especial a Gilberto Herrera, que por supuesto canceló su asistencia a una reunión previa al foro y después de la rueda de prensa, donde precisamente estarían muchos aliados de Gilberto Herrera, como gente del Partido del Trabajo y del Partido Verde Ecologista. Pero dejaron solo a Fernández Noroña, solamente con unos cuantos: no pasaban de 30 personas en dicha reunión.
La gente de Morena está enojada y la gente de Morena, pero de Gilberto Herrera, en especial fue sacudida por las declaraciones de Gerardo Fernández Noroña, quien es el presidente del Senado de la República, y que también cuida mucho sus intereses al momento de hablar. Lo que reveló Fernández Noroña, fue un voto a favor del proyecto de El Batán. Al momento, dos líderes esenciales de Morena han dicho que sí al proyecto de El Batán, la presidenta de este país y el presidente del Senado de la República.
Para nadie es desconocido que son líderes morales de Morena y que también pareciera ser que si vota a favor de El Batán, agua para todos tiene el cargo de conciencia Gilberto Herrera, que a la fecha no se le quita el coraje.
Morena contra Morena, ese es el estilo que hoy les presento yo en esta columna. Precisamente entre ellos es tan poco su amor… y lo desperdician en celos.
Puede más la complicidad que la amistad
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