¿Qué más podemos decir del espectáculo que hizo Gerardo Fernández Noroña, la semana pasada en la Cámara de Senadores, siendo presidente de uno de los poderes más importantes de este país? ¿Cómo se puede justificar Morena? ¿Qué justificación puede dar el presidente del Senado de la República? Es muy clara la respuesta: Morena son porros de la vieja Guardia política, que dijeron que iban a cambiar el destino de este país al llegar al poder.
Los actos protagónicos que realiza Morena en la cámara de Diputados y Senadores, solamente nos llevan a hacer una reflexión de verdad profunda en el tema de la política mexicana: pensar que la política mexicana está en manos de una izquierda totalmente incontrolable, que no solamente se apodera del poder Ejecutivo y del Legislativo, sino que hoy ya sea apoderó del poder Judicial a través de acordeones para tener jueces a modo y ministros que obedezcan los mandatos de la cuarta transformación y así romper totalmente la división de poderes que algún día nos funcionó en la escuela, nuestros maestros queridos.
Lo que vivimos de Morena es el fiel reflejo de la política porril que ellos practicaron durante muchos años en las calles, en los mercados, en las vecindades, donde crearon precisamente los porros para reventar al poder en turno; ahora viene ese poder que tienen, lo están ocupando para beneficiarse personalmente, solo hay que recordar que Gerardo Fernández Noroña, en menos de cuatro años, se hizo de una residencia de 12 millones de pesos en el estado de Morelos, cuando él declaró públicamente que vivía en cuarto de vecindad, porque no le alcanzaba para vivir a holgadamente como los que estaban en el poder en ese momento, que él viajaba en camión o en el metro y hoy ostenta una camioneta de lujo de más de 1 millón 900 mil pesos. La política de austeridad que maneja Fernández Noroña, es la misma que maneja cualquier integrante de Morena y, a pesar que la presidenta les dice que la austeridad republicana debe ser el reflejo de Morena, simplemente no lo obedecen.
Morena se transformó precisamente en un poder que ya está totalmente desquiciado ante la sociedad mexicana, que lo mismo pasa en un pleito de vecindad, a gritos y sombrerazos en la cámara de Senadores, y no pasa absolutamente nada, está totalmente justificado. El diálogo se rompió entre todas las bancadas de los partidos políticos, la parálisis legislativa que tiene Morena en este momento a nivel nacional es muy grave, más de 300 iniciativas de ley que no se discuten, solamente aquellos le acomoden al presidente en turno. Lo mismo vemos a un Augusto, líder del Senado, a la bancada de Morena, o a un Ricardo Monreal, en la cámara de Diputados, dictando la agenda legislativa a todas las bancadas y, qué decir del Partido Verde que se deja manipular por Morena.
La banda porril de Morena, hoy en día, está sumida en esta depresión. Esto llegó también al estado de Querétaro, cuando el grupo de diputados de Morena en el Congreso local, por un berrinche personal, se salieron de su propio informe de actividades legislativas, diciendo que había una parálisis legislativa en Querétaro y a nivel nacional. El lenguaje que maneja Morena en Querétaro no es el mismo que se refleja a nivel nacional, simplemente, es peor para la sociedad mexicana, los diputados no saben representar a sus distritos locales ni federales, apuestan por sus intereses personales y la prueba es muy clara; salirse de una sesión del congreso.
Si es eso lo hiciera un trabajador en una empresa, le descuentan el día, pero aquí no sucede con los diputados de Morena, que usan relojes de más de 150 mil pesos y camionetas arriba de los 2 millones de pesos.
El lenguaje que maneja Morena en Querétaro también salió un Fernández Noroña; vemos también a alguien que se siente golpeador, como lo quiso ser Homero Barrera, diputado del segundo distrito de Morena, y que casi reta a golpes a Memo Vega, diputado del PAN, en una sesión del congreso local, justamente al otro día del espectáculo que diera Alejandro Moreno, del PRI, y el propio Fernández Noroña, de Morena. Aquí también tenemos un Fernández Noroña, convertido en porro juvenil, porque si este diputado que viene de Tamaulipas aprendiera las buenas costumbres de Querétaro, se quedaría sorprendido.
Los porros están en Morena, fue muy claro en su vida estudiantil de Fernández Noroña y muchos de Morena también crecieron con esas actitudes y hoy las ponen en práctica, lástima para la política mexicana y queretana que tenemos esta clase de políticos, lástima de sociedad que seguimos sin entender que las firmas electorales es un arma para la democracia.
La burla de Morena ante la desgracia
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