Llegó el día. Hoy rendirán protesta los nueve ministros que conformarán la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la era de la 4T, hoy se estrenará el tribunal constitucional de México y cabeza del Poder Judicial de la Federación con el que López Obrador soñó: uno que “no obstaculice la transformación del país” y cuyos miembros hayan sido electos por el pueblo, como lo establecía la Constitución de 1857, en la época del presidente Juárez, a quien tanto admira.
Hoy, Lenia Batres Guadarrama, Yasmín Esquivel Mossa, Loretta Ortiz Ahlf, María Estela Ríos González, Sara Irene Herrerías Guerra, Giovanni Azael Figueroa Mejía, Irving Espinosa Betanzo, Aristídes Rodrigo Guerrero García y Hugo Aguilar Ortíz a la cabeza, rendirán protesta ante el Senado, sin importar su afinidad hacia la 4T, ni que hayan surgido de una elección cuestionada a nivel nacional e internacional y validada por un pervertido Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (el “Ministro Chicharrón”, Arístides Guerrero, podría hacerlo después tras el accidente que sufrió).
“¿Protestáis desempeñar leal y patrióticamente el cargo de Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que se os ha conferido y guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, mirando en todo por el bien y prosperidad de la Unión?”, les preguntará el presidente de la cámara alta.
“Sí protesto”, deberán responder. “Si no lo hiciereis así, la Nación os lo demande”, les advertirá el presidente.
De esta manera asumirán su función, sin importar que para llegar ahí y vestir la toga, la Carta Magna haya sido pisoteada, prostituida y humillada; porque para la ejecución del famoso plan C del expresidente, Morena y aliados recurrieron sin el menor decoro a artimañas y chicanerías.
¡Cómo no recordar ahora aquél 9 mayo del 2023, cuando desde la mañanera AMLO instruyó a lograr su objetivo: “¿Qué es lo que se tiene que hacer? Pues, primero, que se tenga mayoría calificada en el Congreso para que se puedan hacer reformas a la Constitución, porque la mayoría simple no permite que haya reforma a la Constitución. Actualmente, quienes están por la transformación del país tienen mayoría en la Cámara de Diputados y en la Cámara de Senadores, pero no tienen mayoría calificada, porque la mayoría calificada implica no 50 por ciento más uno, sino dos terceras partes de los votos, y la Constitución sólo se reforma cuando se tiene esa mayoría calificada. De 500 diputados, son 300 de mayoría y 200 plurinominales, 500. Para poder reformar la Constitución se necesitan 334; hay que ir por los 334 en la próxima elección para poder llevar a cabo reformas constitucionales”.
Así, a la mala y en complicidad con el INE, Morena se hizo de la sobrerrepresentación para poder reformar la Constitución a su antojo, sin contrapesos; y así lo ha hecho desde el 1 de septiembre de 2024.
Los ministros durarán en el cargo 12 años y sólo podrán ser removidos con base en el Título Cuarto de la Constitución, la presidencia será renovada cada dos años de manera rotatoria en función del número de votos que obtuvieron en la elección.
No puedo dejar de imaginar hoy a Andrés Manuel sentado frente a la televisión, desde Palenque, en su rancho La Chingada (a donde evidentemente nunca se ha ido) observando la ceremonia en el Senado… y repitiéndose a sí mismo con su sonrisa socarrona, lo que también dijo ese 9 de mayo: “No han podido, como quisieran, atarme de pies y brazos, porque no me dejo ni me voy a dejar”. … ¡Que Dios nos agarre confesados!
Visiones distintas, una misma realidad
Comparte esta nota: