domingo, 26 de octubre de 2025

¿Está listo tu equipo de trabajo para tomar riesgos elevados?

¿Está listo tu equipo de trabajo para tomar riesgos elevados?

En el mundo de los negocios, lo sabemos, es imperativo saber tomar riesgos para mantenerse a flote. Si me contestas una sencilla pregunta, te haré saber qué tan buena es tu empresa en estos menesteres: ¿cuál de las siguientes afirmaciones describe mejor la manera en que tus colaboradores hacen las cosas? 1) Mi gente se lleva bien entre sí, aunque evita las cosas difíciles.

2) Mi gente tiene la voluntad para hacer las cosas, si bien no hay un buen entendimiento entre ellos. 3) Reconozco que a mi gente le falta unión e iniciativa. 4) Mi gente sostiene conversaciones productivas y no duda en entrarle a las cosas difíciles. Si la cuarta opción es la más cercana a cómo hacen ustedes las cosas, es bastante probable que tus equipos de trabajo sean sumamente capaces a la hora de enfrentar los múltiples riesgos del mercado. Esta es, por lo menos, la conclusión a la que ha llegado una investigación realizada por el Institute for Health and Human Potential (IHHP) y reportada por la revista “Harvard Business Review” el jueves de la semana pasada.

Entendemos por riesgo la probabilidad de daño asociada con una amenaza o peligro. En consecuencia, el sentido común nos llevará a mantenernos alejados de situaciones riesgosas, ¿cierto? La cuestión es que el mundo empresarial se encuentra atrapado en una ineludible paradoja: si en mi compañía asumimos riesgos menores, nos sentiremos más seguros. Sin embargo, estamos conscientes de que el conformismo nos puede conducir a la mediocridad y, peor aún, a ser eventualmente rebasados por la competencia. Por el contrario, si asumimos la mentalidad de que “el que no arriesga, no gana”, nos atreveremos a asumir riesgos elevados, sabiendo bien que la caída puede ser estrepitosa.

Ben Ale, un experto en el tema, plantea la paradoja anterior en estos términos: “La seguridad y el riesgo son hermanos siameses, ya que resulta imposible separarlos”. La solución estriba, pues, en blindarnos con equipos de alto desempeño, mentalizados para trabajar bajo presión. J. P. Pawliw, líder del estudio del IHHP arriba citado, plantea que los equipos de esta naturaleza reúnen dos condiciones esenciales: ALTA CONEXIÓN entre sus integrantes (“high connection”) y un elevado grado de VALENTÍA (“high courage”).

Los individuos que conforman estos equipos de trabajo tienen una alta conexión entre sí porque sienten que sus opiniones son escuchadas y valoradas, lo que las lleva a sentirse psicológicamente seguros. Por otro lado, su envidiable valentía los hace sentirse capaces de enfrentarse a tareas con un nivel avanzado de dificultad. Por lo tanto, están dispuestos a tomar riesgos y a dar los mejores resultados a pesar de las cambiantes circunstancias actuales.

Pawliw es coautor del libro “Performing under pressure”, en el que presenta las siguientes recomendaciones a quienes acostumbramos trabajar bajo presión: a) En vez de pensar que la situación es estresante, encuádrala como una tarea que habrás de realizar con entusiasmo, b) visualiza el reto presente como una de las múltiples oportunidades que tiene tu equipo para salir avante, c) llega mentalmente preparado para esperar lo inesperado, d) toma en cuenta que si te concedieron tan enorme responsabilidad es porque cuentas con la capacidad y experiencia necesarias, e) incorpora el cúmulo de tus éxitos anteriores.

Referencias bibliográficas: Pawliw, J. P. (2025). The secret to building a high-performance team. “Harvard Business Review”, 4 de septiembre. / Weisinger, H., Pawliw, J. P. (2015). “Performing under pressure”. Nueva York: Crown. 

Solastalgia, la añoranza ante los espacios naturales perdidos (tercera parte y última)





Mantente informado

Suscríbete a nuestro newsletter y recibe las últimas noticias gratis.