
De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud, en México sólo dos de cada 10 personas con un problema de salud mental reciben tratamiento. Después de manifestar síntomas, tardan entre cuatro y 12 años en buscar ayuda
Algunas alternativas gratuitos
En julio de 2020, la SSa informó que, con el apoyo de instituciones educativas, “reforzó la atención a la salud mental”, pues la pandemia por covid-19 estaba agravando la condición de muchas personas y generando problemas en otras. Con el inicio del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) y las políticas de salud universal de esta administración, la atención en los organismos públicos es gratuita. Según la dependencia, en todo el país existen 442 establecimientos federales y estatales de salud mental y adicciones. De ellos, 341 son centros de atención primaria de las adicciones, 66 son centros integrales de salud mental y 35 son hospitales psiquiátricos. Uno los servicios que puso a disposición la SSa es la Línea de la Vida, en el teléfono (800) 911-2000, para brindar apoyo psicológico y orientación. Reciben llamadas los 365 días del año las 24 horas del día y quienes responden tienen especialización en riesgo suicida, violencia y consumo de sustancias. Para ubicar un Centro de Integración Juvenil se puede llamar, de lunes a viernes, al teléfono: (55) 4555-1212, o enviar un mensaje de WhatsApp al (55) 5212-1212. De lunes a domingo también pueden comunicarse al número de WhatsApp (55) 1856-2724. La atención es especializada en consumo de sustancias y violencia. En la Ciudad de México hay tres grandes centros psiquiátricos. Uno de ellos es el Hospital Psiquiátrico Fray Bernardino Álvarez, que recibe a población general de lunes a domingo, las 24 horas. Pero para sacar una cita o pedir más informes, el número telefónico es (55) 5487-4271. En esta institución se especializan en:- Consejería psiquiátrica para personas adultas
- Atención especializada para personas que hayan perdido algún familiar
- Atención especializada para personal de salud
- Personal de salud
- Primeros respondientes, es decir, para aquellas personas que proporcionar los primeros auxilios a quienes sufren una alteración en su estado de salud o en su integridad física, que no necesariamente es personal de salud
- Niñas y niños
- Adolescentes
- Cuidadores
Las cuatro etapas de la pandemia
Hace dos meses que Abigail Pineda encontró trabajo en otra organización no gubernamental y ha podido iniciar terapia en Sorece Asociación de Psicólogas Feministas. “Afortunadamente en este momento estoy en condiciones de pagar esta terapia que, comparada con otros lugares es muy barata, me cobran 400 pesos”. Ahora el obstáculo es encontrarse tiempo para las sesiones. “La carga de trabajo es mucha y la verdad es que el ambiente no es muy bueno, mi jefe no es muy comprensivo. Además, voy llegando, no me he atrevido a pedir permiso”. En dos ocasiones una junta virtual se ha empalmado con su terapia y ha preferido posponer su tratamiento. “Son muchas cosas, por supuesto, lo que arrastraba de mi vida. Pero perder el trabajo, tener que ‘agarrar’ lo que fuera, el que no puedo ver con toda libertad a la gente que quiero”, cuenta la promotora cultural de 31 años. Para Orlando Clúa, las personas y las empresas hemos pasado por cuatro etapas en esta pandemia: La primera es la fase de negación. “Pensamos que esto acabaría rápido y seguía igual, ni la gente ni las organizaciones le dieron mucho peso”. La segunda, fue una etapa de frustración y enojo: “Empezamos a tomar conciencia de los resultados y vimos que las cosas estaban complicadas y necesitábamos establecer un proceso de cambio importante”. La tercera fue la de depresión. “Mucha gente se vino abajo y alguna se ha quedado estancada ahí. Y por supuesto, esto se traslada a las organizaciones están igual”. Hay quienes han pasado a la fase cuatro, la de aprendizaje y crecimiento, dice. “Es cuando entendemos que hay que transformarse y cambiar, no podemos seguir de la misma manera y tenemos que buscar la forma de salir”. En las empresas es responsabilidad del liderazgo ubicar en qué etapa están a nivel personal y en qué etapa está su equipo, apunta. “Es el momento para apoyar a las personas, y el trabajo debe venir desde la dirección”. Con información de El EconomistaComparte esta nota: