viernes, 26 de diciembre de 2025

Me gusta la sensación de ganar: Luis Corona

Por: IRMA CABALLERO • 24 de diciembre, 2025
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Con récords, medallas y liderazgo dentro de la delegación estatal, el nadador de 19 años combina su formación académica con una carrera deportiva que apunta a campeonatos mundiales. Foto: Irma Caballero

Con récords, medallas y liderazgo dentro de la delegación estatal, el nadador de 19 años combina su formación académica con una carrera deportiva que apunta a campeonatos mundiales

 

Con apenas 19 años, Luis Eduardo Corona Martínez se ha consolidado como uno de los principales exponentes de la natación queretana, tanto en alberca como en aguas abiertas. Su historia en el deporte comenzó por una recomendación médica, debido a que padece asma, pero con el paso del tiempo se transformó en una carrera marcada por la disciplina, los récords y los resultados a nivel nacional.

Fondista por naturaleza, Luis Corona ha sabido combinar el trabajo en alberca, donde ha impuesto marcas y obtenido múltiples medallas, con la resistencia que demandan las pruebas de larga distancia. Este perfil le ha permitido liderar a la delegación queretana en distintas competencias, asumiendo también un rol de apoyo y motivación para sus compañeros.

Además de su desarrollo deportivo, el joven nadador cursa la licenciatura en Actuaría, una carrera que compagina con los entrenamientos y competencias, gracias al respaldo de su universidad y su familia.

Con metas claras, Corona apunta a corto plazo a clasificar a campeonatos mundiales y, a largo plazo, a cumplir el sueño de representar a México en unos Juegos Olímpicos, convencido de que la fortaleza mental es tan determinante como la preparación física para alcanzar la élite del deporte.

 

¿Cómo inicias en natación?

Empecé a una edad temprana, como a los ocho años; primero empecé con futbol, pero por cuestiones de salud, soy asmático, me metieron en natación en San Juan del Río.

Mi mamá decía: “La natación es muy buena para fortalecer tus pulmones y tu sistema inmunológico”. Al principio no me gustaba, decía: “¿para qué voy?”, pero con el paso de los días fui a una competencia y me empezó a gustar la sensación de ganar y me puse las pilas.

 

¿En qué momento decides que quieres estar en aguas abiertas?

Eso fue por mi entrenador, Ascanio Fernández, quien me dijo: “Como eres fondista, también vas a hacer aguas abiertas”, y dije: “Bueno, solo son 10 kilómetros para nadar, no es nada” (ríe). Me animó a nadar. Mis primeras aguas abiertas fueron en el cañón del Sumidero, en Chiapas, y me gustó la sensación… de dolor también.

 

¿Qué disciplina te gusta más?

Estoy en aguas abiertas hace apenas como un año, pero ahora me gustan más las aguas abiertas, pero también me gusta lo que hago en la alberca.

 

En la alberca tienes varios récords. ¿Cómo es para ti afrontar estas competencias, y más porque llegaste al deporte por salud, pero ahora estás dejando estos récords?

Más que nada es porque me puse las pilas y la disciplina. Me gusta esa sensación de nervios cuando entras a la alberca, todos te aplauden y te miran, me gusta esa sensación y ganar medallas; como ser ese ejemplo de que, si te lo propones, lo puedes conseguir.

 

Con los resultados obtenidos, ¿cómo es para ti liderar a la delegación queretana en las competencias?

Apoyo mucho a mis compañeros, tanto del equipo como externos. Les digo que a veces se tienen bajadas, pero que no se preocupen, porque todos las tienen, yo también las tuve. Les ayudo más que nada para que se superen y tengan esa fuerza mental para salir adelante.

 

Hablando de esos descensos, ¿cómo es sobreponerse a una lesión, a un momento en el que no puedes entrenar o competir, o bien cuando los resultados no se dan?

Eso es algo difícil. A veces, cuando llegas a una recuperación, dices: “No tengo esa mejoría, ¿qué está pasando?”. Yo me digo: “A ver, tranquilízate; primero tómalo con calma”. Voy con el psicólogo deportivo para que me explique cómo es el proceso y no desanimarme. Todo es a su tiempo y este proceso que estás pasando es por algo de lo que tienes que aprender.

 

Estudias la licenciatura en Actuaría, ¿tu carrera tiene algo que ver con la natación?, es decir, ¿aplicas los conocimientos en tu deporte?

Buena pregunta. Sí lo aplico, pero en natación es lo más básico, como sumas y restas: cuando entrenas a tu tiempo, te dicen: “Cada 100, cada 1:20”, son matemáticas sencillas. La universidad me apoya mucho en cuestión de la natación y tomando clases hago todas las cargas, aunque me atrase poquito. Como dicen: “Son carreras, no carreritas”.

 

¿Qué es lo que más te gusta de la natación?

Me gusta mucho su nivel competitivo. Hay muchos nadadores a nivel nacional e internacional que son muy competitivos y me gusta esa sensación; cuando tengo a alguien de mi nivel y hacemos como ese piquito de chispa de ver quién gana.

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¿La preparación para natación en alberca y de aguas abiertas es similar o diferente?

Es muy diferente. Hay mucho kilometraje, muchísimo a nivel fondista. El fondista tiene que tener mucha resistencia y tolerancia al lactato a largo plazo.

En una alberca el entorno está controlado, ves dónde inicias y terminas, hay marcas, pero en el mar es diferente: hay inmensidad, el aire, la marea, animales... ¿Cómo sortear todo eso y no perderte?

El ‘coach’ nos dice: “Si hay una casa cerca de la boya, ubica esa casa”, y así sucesivamente. Y si va a haber golpes, pues va a haber golpes. Aguas abiertas es un deporte también de contacto: aguántate, no pasa nada. Y de los animales, sí hay. He visto animales y se ve increíble, la verdad.

 

¿El hacer aguas abiertas te da la facilidad de participar en varias categorías?

Sí, es una ventaja del fondista: tiene esa resistencia de decir: “Si nado 10 kilómetros, ¿qué es nadar 100 o 150 metros?”. Es sencillo, obvio es diferente ritmo, pero nos adaptamos rápido.

 

¿Qué tanto influye la salud mental en estas competencias, sobre todo en aguas abiertas?

Muchísimo, influye demasiado. En aguas abiertas el que tenga una resistencia mental y física es el que gana. Si no estás preparado mentalmente para el dolor, los golpes o el miedo en el agua, no vas a poder superarte.

 

¿Cuál es el sueño de Luis Corona?

Mi sueño a largo plazo son los Juegos Olímpicos. A corto plazo, ir a mundiales.

 

Detrás de cada atleta hay disciplina y sacrificio. ¿Sientes que has sacrificado mucho en tu vida o estudios por la natación?

Sí, la verdad es que sí. Fue mi último año de prepa y quise pasarlo con mis amigos de San Juan del Río, pero tuve que venirme aquí a Querétaro para incrementar mi nivel con el equipo. Tuve que dejar a mis compañeros y sacrificar tiempo con mi familia.

 

Eres muy joven, ¿has dimensionado todos tus logros?

Sí, la verdad, sí. Colecciono mis medallas, diplomas y trofeos. En la casa de San Juan ya la tengo llena y aquí en Querétaro ya se está llenando también. Me enorgullece ver todos esos logros.

 

¿Cuál es tu sentimiento cuando subes al podio y escuchas tu himno?

Es muy bonito. Sientes como hormigueo en la pancita, como mariposas en todo el cuerpo.

 

¿Hay algo que les quieras decir a los atletas?

Sí, para todos los atletas: no se rindan, confíen en el proceso. Va a haber altas y bajas siempre, y todo depende de ti mismo si quieres seguir o lo vas a dejar.

 

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