Ya son varios los casos que conocemos de brillantes militantes del partido de Morena que no hacen campaña, pero sí conocemos cómo se desenvuelven entre miles de millones de pesos, que se dan los lujos que nunca tuvieron y que pregonan con la frase de Andrés Manuel López Obrador: “primero los pobres”.
Pero poco tiempo les duró la frase con la que, en 2006, Andrés Manuel López Obrador hizo campaña en toda la República, pues, en lugar de predicar con el ejemplo y traer 200 pesos en la cartera, no coincide su discurso con los hechos.
De esa pobreza mental estamos hablando en cada uno de los integrantes de Morena a nivel nacional y, ¿por qué no decirlo?, a nivel local tenemos varios casos, como se han dado a conocer desde camionetas “machuchonas” hasta relojes de marca que superan los 150 mil pesos, y qué decir de la ropa que nunca ocupaban y que ahora lucen en cada uno de los eventos de la Cuarta Transformación.
Y es que no solamente se da en Morena, sino también en el Partido del Trabajo y en el Partido Verde: no les interesa de qué partido político puedan presumir, pero ese discurso que en campaña conocimos, de que solamente la derecha gustaba de tener buenos gustos, de comer en buenos restaurantes, y que todo lo pagaba el pueblo de México, ahora simplemente es todo lo contrario.
Ya conocimos los viajes del hijo de Andrés Manuel López Obrador, Andy López Beltrán, quien desde Japón, en 14 días, comiendo en restaurantes en los que las cuentas de comida van arriba de los 47 mil pesos; ni qué decir del presidente de la Cámara de Diputados, quien tiene una nómina arriba del millón de pesos, solamente en puros asesores, pero también algunos que otros diputados que les gusta viajar en el helicóptero privado, con costos que oscilan entre los 80 y 90 mil pesos, solamente para ir a comer a algún rancho por el Ajusco, ya que no les gusta el tráfico de la Ciudad de México. Pero también conocemos las mejores marcas en diputados locales o regidores, y la pobreza mental con la que se maneja cada uno de ellos engañando a sus propios militantes, que los llevaron al poder y que se olvidan prácticamente de los que hicieron Morena y los años del 2010 al 2012.
La presidenta de este partido ya no puede hacer nada, no puede justificar tantos gastos de dinero que hacen sus senadores y diputados federales; todos los días conocemos que hacen ejercicio en la muralla China, o bien, celebran su cumpleaños en los grandes hoteles de Las Vegas o comen en restaurantes españoles y se divierten en los mejores antros de la región madrileña.
La presidenta de este partido ya no puede con ellos, se dio por vencida; solamente se dedica a decirles que prediquen con el ejemplo; también las llamadas de atención, que, desde Palacio Nacional, la presidenta de México les dice, simplemente hacen caso, ellos están disfrutando el poder de la izquierda que muchos años buscaron.
Y qué decir que, este domingo, en el país de Bolivia se celebraron elecciones y los comentarios fueron que estaban cansados de que los partidos de izquierda y los gobiernos jugaran con ellos y que los ocuparan como una bandera política a las regiones de Bolivia y a los pobres. En México es exactamente lo mismo.
La pobreza mental también recae mucho en los pésimos gobiernos que tienen en todas las zonas del centro, del norte y del sur: a cada rato les están retirando las visas americanas por sospechas de que presidentes municipales y gobernadores tiene sus nexos con gente mala; quiere decir de la gobernadora de Baja California, que no pudo justificar un departamento en San Diego, o la presidenta municipal de Acapulco, que buscó un amparo para no justificar más de 900 millones de pesos.
Tampoco en Querétaro predican con el ejemplo de la pobreza. Santiago Nieto no puede justificar que vive en una residencia en la Ciudad de México y en un terreno en San Juan del Río; tampoco cómo pagó una boda en Guatemala con evento privado en el aeropuerto, con una boda que no sabemos al momento cuánto realmente costó, porque el salario que él ganaba en ese momento no le alcanzaba para gastar 2 millones de dólares en un hotel privado en ese lugar como el antiguo Guatemala.
Morena y su pobreza les puede costar muy caro en 2027. Ya no pueden ocultar, ni pueden decir la frase de 2006: “primero los pobres”, quedaron solamente como el lema de campaña que engañó a la gente en su momento. “Primero los pobres” no refleja la realidad de sus gobiernos y los gastos que tienen en lo personal. Disfruten de las mieles del poder, de lo que tanto se quejaron. La pobreza mental de Morena y la riqueza en los bolsillos de cada uno de ellos.
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