Suplantación de identidad, e incluso robo de datos bancarios, son algunos de los delitos a los que se encuentran más expuestos los consumidores
¿Qué podemos hacer?
Es importante señalar que los delitos cibernéticos encuentran cabida a partir del uso masivo de las tecnologías en todos sus rubros: salud, educación, economía, entre otros. Por ello la solución requiere de las empresas, pero también de los usuarios. La relación de una marca con los usuarios se basa en la confianza, pues se ha comprobado que las reseñas que se visualizan en los sitios de Internet impactan en la decisión de compra en 93 por ciento de los consumidores, siendo una referencia absoluta de la originalidad de los productos, mientras que las malas reseñas ahuyentan a 40 por ciento de los compradores. Por tal motivo, prestar especial atención a las alternativas digitales de opinión tales como reviews, likes, shares o comentarios, son un elemento clave para que, como clientes, no caigamos en un fraude cibernético. La participación de los usuarios para denunciar productos falsificados también es necesaria para proteger los canales digitales de los ciberdelitos, razón por la que es recomendable que los internautas señalen y denuncien páginas o anuncios fraudulentos. “Ubicar los canales oficiales de distribución de ciertos productos es clave”. Por su parte, para las empresas existen herramientas tecnológicas que sirven para realizar análisis y estrategias legales en buscadores, marketplaces y redes sociales, en línea con la Ley de Derechos de Autor en la Era Digital. La protección digital incluye estrategias como auditorías, protección internacional, revisión de nombres de dominio idénticos o con errores tipográficos, monitoreo de los sitios de venta online con mayor tráfico, así como de perfiles falsos que pretenden robar la identidad de la marca; “esto es lo que hará que las empresas estén un paso adelante en la protección de los consumidores".Cómo evitar los fraudes financieros
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