En Cincinnati reina esa mezcla extraña entre prudencia y fe que solo aparece cuando Joe Burrow está cerca de volver. Zac Taylor lo dijo sin adornos: su quarterback “ha hecho todo lo posible para estar listo” para enfrentar a los Patriots. Son palabras que no cierran nada, pero abren la puerta a una ciudad que lleva meses buscando señales.
Taylor evitó comprometerse con la titularidad del pick número uno del Draft 2020, ausente desde el 14 de septiembre por una lesión en el dedo pulgar del pie. “No he tomado aún una decisión. Tomaré el tiempo necesario para decidir”, advirtió en la conferencia previa al duelo del 23 de noviembre en Paycor Stadium. El mensaje, más que una confirmación, fue una invitación a la paciencia.
El posible regreso de Burrow trasciende lo táctico. Con récord de 3-7, la afición de los Bengals vive entre la nostalgia y el deseo; ha visto cómo las lesiones de su mariscal estrella han interrumpido proyectos que parecían destinados a pelear por un Lombardi. Por eso cada avance en su recuperación se lee como un recordatorio de lo que podría volver a ser este equipo.
Y el contexto no ofrece margen para titubeos. Cincinnati necesita derrotar a los Patriots de Drake Maye, dueños de un sólido 9-2 e invictos como visitantes. Será un desafío mayor sin Ja’Marr Chase, suspendido un partido tras escupir al esquinero de los Steelers, Jalen Ramsey. Sin su receptor más dominante, la vuelta de Burrow representa no solo liderazgo, sino estructura ofensiva.
New England viaja con la confianza de quien encuentra ritmo en el tramo decisivo del calendario. Con Mike Vrabel al mando, los Patriots buscan su noveno triunfo consecutivo, distanciarse de los Buffalo Bills en la pelea por la AFC Este y aproximarse a la postemporada que alimenta su nueva era.
La decisión sobre Burrow llegará, como suele suceder en este tipo de historias, en el último momento. Pero Cincinnati ya respira distinto: cada declaración de Taylor, cada gesto del quarterback en práctica y cada mínima señal alimentan una certeza silenciosa. Cuando Burrow vuelve, los Bengals también lo hacen. Y este domingo podría ser el regreso que cambie la narrativa del invierno en la National Football League (NFL).