Carolina venció 31-28 a los Rams en una semana que comprimió divisiones clave en la NFL. Stafford rompió un récord histórico, Young firmó su mejor actuación y la lucha por los lideratos se apretó al máximo
Los Carolina Panthers alteraron este domingo el mapa emocional de la NFL. Su victoria 31-28 sobre Los Angeles Rams —el mejor equipo de la liga hasta esta semana— no solo sostuvo su propia esperanza de postemporada: también reacomodó las narrativas de una Conferencia Nacional que ya no tiene lugares seguros.
En Charlotte, Bryce Young jugó como el mariscal que Carolina imaginó al elegirlo. Inteligente, paciente y certero, lanzó para 206 yardas y tres pases de anotación. Fue su partido más completo, uno que sostuvo a los Panthers en la carrera por el Sur de la NFC con marca de 7-6, todavía detrás de unos Tampa Bay Buccaneers (7-5) que también hicieron su parte al derrotar 20-17 a Arizona.
Aun así, el partido guardó un contraste inesperado. Los Rams cayeron, sí, pero Matthew Stafford logró un registro que cambia los libros: superó el récord de Tom Brady de pases consecutivos de anotación sin intercepción. Lo dejó en 28. Una hazaña que, irónicamente, termina envuelta en una derrota que aprieta la cima del Oeste de la NFC. Los Rams están ahora 9-3, con los San Francisco 49ers respirándoles en la nuca (9-4) tras su triunfo 8-26 sobre los Cleveland Browns.
La semana 13 no se quedó ahí. Al contrario, se convirtió en una especie de telón que dejó ver lo frágiles que pueden ser las jerarquías en diciembre. En el Sur de la Conferencia Americana, Houston volvió a ser incómodo: los Texans vencieron 16-20 a los Indianapolis Colts, desplazándolos al segundo lugar de la división (8-4) y colocándose ellos con marca de 7-5. La cima recayó en los Jacksonville Jaguars, que aprovecharon la oportunidad y derrotaron 3-25 a Tennessee para asumir el liderato gracias a su mejor desempeño en duelos divisionales.
También hubo relatos de supervivencia y cierre dramático: los Miami Dolphins sumaron su tercer triunfo consecutivo al superar 21-17 a New Orleans, mientras los New York Jets necesitaron del último segundo para imponerse 27-24 a Atlanta.
Más tarde, la jornada aún esperaba encuentros que pueden alterar lo poco que queda estable: Seattle ante Minnesota, Pittsburgh contra Buffalo, los Chargers frente a los Raiders y Washington ante Denver, en partidos que mantienen abierta la carrera hacia un diciembre que promete más vértigo que certezas.
El fin de semana, sin embargo, no comenzó el domingo. El telón se había levantado el jueves de Acción de Gracias con victorias de Green Bay (24-31 sobre Detroit), Dallas (31-28 frente a Kansas City) y Cincinnati, que firmó la sorpresa ante Baltimore por 14-32. El viernes, Chicago alimentó la tendencia al caos venciendo 15-24 a los campeones Philadelphia Eagles.
La semana se cerrará este lunes cuando los New England Patriots reciban a los New York Giants. Será el último movimiento de una jornada que, más que resultados, dejó una sensación: la NFL entró en esa época del año en la que nadie está a salvo y cada victoria reescribe el contexto completo.
Verstappen resurge en Catar y aprieta al máximo la lucha por el título
Comparte esta nota: