domingo, 12 de octubre de 2025

Arte, trueque y conciencia ambiental

Arte, trueque y conciencia ambiental

La campaña La Paquita promueve la conciencia ecológica y le da un giro al concepto de ropa usada

En un mundo donde las tendencias caducan en semanas y el consumo compulsivo se disfraza de estilo de vida, nacen esfuerzos por abordar la problemática ambiental generada por la industria textil, la segunda más contaminante del mundo.

Así han surgido en Querétaro iniciativas ciudadanas y universitarias que buscan transformar nuestros hábitos de consumo. Desde los salones de clase y pasillos de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) hasta los jardines del Centro Histórico, el reúso de ropa y el reciclaje de materiales se convierten en pilares de una nueva cultura de sostenibilidad con el objetivo de inspirar al cambio en la comunidad.

Del ‘clóset’ a la conciencia ambiental: La Paquita, llamado a la conciencia textil

La responsable del área de Educación Ambiental en la Coordinación de Sustentabilidad, de la UAQ, Iyali Castro López, habló de la campaña La Paquita, una iniciativa que promueve la conciencia ecológica y le da un giro al concepto de ropa usada; no solo se trata de donar o intercambiar prendas, sino de resignificarlas, de comprender su historia y de asumir la responsabilidad ambiental que cada pieza de tela arrastra.

Iyali dice que la ropa es descartada prematuramente y termina en vertederos a pesar de su buen estado, debido a la tendencia de usar la ropa una sola vez, luego de ser vista por amigos o familiares, y el deseo de no querer repetir y querer verse de manera diferente. La sustentabilidad, para Castro López, abarca el medio ambiente y el impacto social.

“Muchas veces en redes sociales o nosotros escuchamos que ir de compras da paz mental, da mucha libertad, y es probable que sea cierto, pero también genera mucho hiperconsumo. Ropa que realmente no necesitabas, zapatos que realmente no necesitabas, bolsas que no necesitabas; todo eso va generando consumismo, consumismo, y, por lo tanto, deshecho, deshecho, deshecho”, expresó la educadora social.

Mencionó que la campaña busca que las personas tomen conciencia de sus elecciones de ropa reflexionen sobre sus prácticas de consumo para disminuir la producción textil.

Las estadísticas indican que en la producción de un pantalón de mezclilla se pueden gastar hasta 5 mil litros de agua y que la ropa sintética tarda más en degradarse que el algodón.

La campaña también revela que al menos una de cada 10 personas compra ropa semanalmente solo por moda o impulso.

“Si pensamos cuántos pantalones de mezclilla tenemos nosotros en nuestro armario, realmente cuántos litros de agua consumimos, ¿no? Como que nunca nos hemos puesto a pensar en eso”, enfatizó.

La moda actual, con tendencias que cambian cada dos o tres meses, o más rápido, es vista como una problemática que incita a la compra constante.

La Paquita, dijo, no se opone a la moda, sino que ofrece alternativas, pues promueve la ropa de segunda mano como fuente de creatividad y libertad para combinar atuendos únicos.

A través de diálogos y carteles, la campaña reeduca sutilmente e invita a reflexionar sobre la cantidad de prendas en el armario y su uso real. “Igual, dependiendo del tipo de material que tengamos en nuestra ropa: lino, algodón, etcétera, y de los procesos, van cambiando los indicadores ambientales. Sin embargo, también la ropa tarda muchísimo tiempo en integrarse, digamos, nuevamente a la tierra; por ejemplo, la ropa que es un poquito más sintética tarda mucho más que la de algodón”, comentó Iyali Castro López.

En tiempos de hiperconsumo, La Paquita no es solo una alternativa, sino que es una provocación al modelo de moda rápida que, sin que lo notemos, viste también la crisis climática; así lo señala la entrevistada, quien advierte de la vertiginosa velocidad nos lleva a una constante renovación del guardarropa, pues "a los dos meses vas a necesitar nueva ropa".

El resultado es que muchas personas acumulan más de "100 prendas en su ‘clóset’ y muchas de esas prendas ya ni siquiera las usan porque justamente ya no están de moda, ya no les quedan o ya no les gustan o lo que sea".

La iniciativa no solo es ecológica, sino que impulsa la creatividad personal.

Castro López destacó que la ropa de segunda mano ofrece "mucha creatividad, mucha libertad", pues usarla indica que "no estamos siguiendo tal cual la moda, pero estamos siendo creativos para mantener ese ritmo".

“No estamos, en contra de la moda, más bien lo que queremos es darle opciones de decir: ‘Bueno, si te gusta esta tendencia, pues tal vez no vas a tener exactamente este diseño, tal cual o este corte de ropa, pero hay este que viene justamente en la ropa de segunda mano y puedes estarlo combinando’”, dijo.

“La Paquita" es una campaña permanente y abierta a todo público, cuya prueba piloto se realizó en facultades de la universidad; sin embargo, benefició a más de 45 personas y logró la recirculación de más de 138 prendas y zapatos, con el propósito de recircular todo lo acopiado y fomentar el intercambio entre personas de todo el estado de Querétaro para evitar nuevas compras.

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¿Cómo unirse al movimiento La Paquita?

Si deseas contribuir o beneficiarte de La Paquita, el proceso es sencillo: para participar, puedes llevar tus prendas y zapatos al centro de acopio en la Coordinación de Sustentabilidad, de la UAQ, solamente considerando los siguientes requisitos:

• La ropa debe estar limpia y en el mejor estado posible.

• Las prendas muy desgastadas o retazos deben ir en una bolsa aparte para su recuperación.

• El centro de acopio recibe donaciones de lunes a viernes, de 8:00 a 16:00 horas.

• Para recibir mayor información, puedes comunicarte al teléfono 442-192-1200, extensión 3335.

“La intención es que sea al menos cada 15 días que se pueda tener nuestro ‘stand’”, comentó la educadora social.

Llamado a la conciencia colectiva y a la acción conjunta

El mensaje de Castro López es una invitación a la reflexión para cuestionar "nuestras prácticas de consumo: no solamente comprar por comprar o por estar aceptado en un medio, sino que realmente veamos más allá de un momento instantáneo, de nuestras acciones".

La pregunta que nos deja es profunda: "Con toda esa ropa que compramos el día de hoy, ¿qué vamos a hacer el día de mañana?".

Manifestó la necesidad de una acción conjunta y de unir esfuerzos, y subrayó que La Paquita no es solo una campaña de reuso de ropa, sino una plataforma de "educación social" que busca "reeducar" de manera sutil pero efectiva, a través de "carteles" y de un "diálogo" que lleva a la gente a preguntarse: "¿Cuántas prendas tienes en tu armario?".

Dijo que La Paquita es un recordatorio de que cada elección de compra y cada prenda que entra y sale de nuestro guardarropa tienen un impacto.

En el acto simple de elegir una prenda de segunda mano, señaló, estamos disminuyendo el impacto ambiental”, por lo que convocó a participar en una solución para el futuro de nuestro planeta. 

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