
Muy criticado al inicio de la pandemia por haber tardado en reaccionar, Boris Johnson parece ahora determinado a tomar el toro por los cuernos ante la amenaza de una segunda ola de contagios
"Incompetencia"
Estas nuevas medidas son ahora "necesarias pero no eran inevitables", le lanzó el líder de la oposición, el laborista Keir Starmer, reprochándole la confusión creada por un gobierno que "un día alienta a la gente a volver a la oficina" y otro les dice "lo contrario". También tras acusar a Johnson y su gobierno de "incompetencia", le reprochó no haber desarrollado un sistema eficaz de testeo y rastreo. Y advirtió que algunos lugares del país ya imponen este tipo de restricciones desde hace tiempo y aún así sus índices de contagio siguen siendo altos. Aunque evita a toda costa un reconfinamiento nacional, Johnson advirtió que si todas estas medidas no logran reducir los contagios se "reserva el derecho de desplegar una mayor potencia de fuego, con restricciones significativamente mayores". Estos anuncios llegan un día después de que los jefes de los servicios médicos británicos elevaran a 4, en una escala de 5, el nivel de alerta sobre la propagación del virus, que se encontraba en 3 desde junio. País más castigado de Europa con casi 42,000 muertes confirmadas por Covid-19, el Reino Unido está viendo cómo el número de infecciones "se duplica cada siete días", advirtió el asesor científico del gobierno, Patrick Vallance. Johnson dijo que Reino Unido había alcanzado umbrales de contagio peligrosos como los de España y Francia. Si la epidemia siguiera esta curva, "llegaríamos a 50,000 casos por día a mediados de octubre" -frente a los 6,000 estimados en la actualidad- y esto podría provocar "200 muertes por día o más a mediados de noviembre", aseguró. En el punto álgido de la pandemia, el Reino Unido llegó a registrar casi 1,000 muertes diarias. "Si no cambiamos el rumbo, el virus despegará. Este es el camino en el que estamos", había dicho el lunes Chris Whitty, máximo consejero médico de Inglaterra. Más lugares de atención al público deberán requerir el uso de mascarillas a los clientes y las empresas que violen las normas serán multadas. También se fijaron acciones más severas para las personas que no acaten las recomendaciones y Johnson anunció que podría pedir a las fuerzas armadas que ayuden a implementar las medidas a fin de liberar parte de la carga sobre las unidades de la policía. Las escuelas y las universidades permanecerán abiertas.España regula el home office; será voluntario y con todos los derechos
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