
A veces una mala noticia puede ser el comienzo de algo bueno en tu vida o una oportunidad para que las cosas cambien para bien; te invito a conocer mi historia y cómo, a través del método y’u®, se han beneficiado más de 1 millón de personas
Por la Dra. Sofía Pérez Pavón Vela Creadora del método y’u® y Premio Nelson Mandela 2024 (Unesco) Estoy tan feliz que apenas puedo contarte. Hay cosas que parece que nacen de lo peor o lo más malo, que en ese momento se detecta como si no hubiera remedio, pero luego de eso, ¿qué pasa?, puedes sacarle el mejor provecho. Sé que suena a cliché, pero a mí me pasó y si tú estás viviendo un momento muy malo, tienes que leer esta historia de vida. ¡Quién me iba a decir que casi 21 años después de recibir la mala, estaría en Europa de gira, recibiendo premios inesperados, insospechados y con más de 1 millón de personas beneficiadas gracias a ese mal momento! La noticia fue que Rebeca, mi hija, tenía escoliosis idiopática juvenil de tantos grados y con tanto dolor, con una expectativa de vida de dolor perpetuo y una cirugía que teníamos que esperar 12 años para poder hacer… Pero esto pasó a ser el principio de una maravillosa historia en donde no solamente se curó, sino que ella es partícipe de ayudar y darles las herramientas a todos los seres humanos para que ninguno sufra, tenga dolor, tenga estrés, ansiedad, depresión, angustia, etcétera. Hoy, más de 1 millón de personas hacen el método y’u®, el cual hice con todos los conocimientos de robótica, matemáticas, biomecánica, kinética y la capacidad de resolver como ingeniero, pero sobre todo con el amor de mamá, más de 66 mil expedientes con rayos X, resonancias magnéticas, tomografías, análisis clínicos, pruebas científicas avaladas por la medicina. Hoy, cualquier persona que conoce el método adquiere calidad de vida en lo emocional, biomecánico y neurológico en cuestión de instantes, a través de estímulos tan sencillos, tan fáciles, que a la mayoría le cuesta entender que todo está dentro de nosotros para remediar cualquier cosa y, como esto se aplica a tu día a día de manera simple y muy fácil, se queda para siempre. Lo mejor de todo es que es un método que hice en un principio para Rebeca mi hija porque no había un remedio que realmente la curara. El método nace del origen (“y’u” significa “origen” y “sendero”), de cómo nuestros ancestros se movían y reaccionaban, de cómo se mueve un bebé, lo cual es interpretado por nuestro cerebro como funcional, y es entonces cuando sucede la magia (que no es magia, aunque parezca). Esto es simplemente darle a nuestro sistema nervioso las variables y claves que necesita para sentirse seguro, funcional, capaz de defenderse y sobrevivir; es entonces cuando se conjuga la fórmula perfecta para llevar a cualquier persona a tener calidad de vida y alejarse del dolor y sufrimiento para siempre; automatizamos de manera óptima al sistema y, como tienes inteligencia natural (no artificial), lo aprendes y lo repites inconscientemente después de un proceso que además debe ser satisfactorio, lo que hará que vivas feliz. Parece de cuento de hadas, ¿no? Pues tu sistema completo es perfecto, tienes tantas cualidades de cómo habilitarte y rehabilitarte segundo a segundo, que solo es cuestión de informarle a tu sistema para que lo empiece a hacer. Incluye también con quién te relacionas y cómo lo haces, incluye cómo estás tú para que los demás también estén contagiados de ti y, aquí viene lo mejor de todo, ¡si tú estás bien, eres como una gota de agua: los demás lo estarán! No existe nada más contagioso que la felicidad.
Astrología y redes sociales, una curiosa combinación
Comparte esta nota: