jueves, 4 de diciembre de 2025

El círculo dorado de la confianza (parte cuarta y última)

raul_gonzalez_pinto

Si te dijera que la mayoría de los individuos son dignos de confianza por la sencilla razón de que los seres humanos somos buenos por naturaleza, ¿me darías la razón o pensarías que me paso de ingenuo? Si optaste por lo último, no estás solo, pues nueve de cada 10 mexicanos coincidirían contigo. Esta es, por lo menos, la conclusión de un estudio realizado por la organización Our World in Data, cuyos resultados nos colocan entre los seres más desconfiados del planeta. En contraste, los países que aparecen en el extremo opuesto son: Dinamarca (74 por ciento dijo confiar, en general, en las demás personas); Noruega (72 por ciento) y China (68 por ciento).

No hay nada de malo, por supuesto, en ser desconfiado si nuestras experiencias no han sido buenas. Así lo confirma una investigación realizada a nivel internacional, en la que uno de cada dos ejecutivos admitió desconfiar de sus superiores. Esto sucede, sobre todo, en ambientes empresariales en los que escasea la colaboración, los cuales son descritos como amenazadores, estresantes y poco productivos por quienes allí laboran (Hurley, 2006).

Depositar nuestra confianza en otros depende, pues, de una serie de factores, entre ellos, el nivel de poder de la persona y qué tanta disposición existe o no en cada uno para tomar riesgos. Sin embargo, una condición que tal vez sorprenda es el grado de similitud que tengas con aquellos en quienes habrás de confiar. Robert Hurley, profesor de una universidad neoyorquina, señala al respecto: “Seguimos siendo seres tribales, por lo cual tendemos a confiar más en quienes se parecen más a nosotros” (op. cit.). Importará, por ejemplo, si compartimos los mismos valores, tenemos personalidades afines y perseguimos objetivos comunes.

De acuerdo con los expertos, la confianza que tenga en mis colegas y superiores será aún mayor si siento que: A) puedo exponerles mis preocupaciones, B) están dispuestos a ayudarme si así lo necesito, C) desean lo mejor para mí y se preocupan por mis necesidades, D) son sinceros conmigo, E) me comparten la información que de ellos requiero, F) están dispuestos a cumplir sus promesas, G) se muestran comprensivos ante mis posibles errores, H) sus palabras son congruentes con sus acciones, I) se encuentran dispuestos a hacer sacrificios en favor del equipo, y J) sus sentimientos son auténticos (Mühl, 2014; Krot y Lewicka, 2012).

¿Te interesa conocer tu nivel de confianza en aquellos con quienes colaboras? De ser así, lee las 10 afirmaciones siguientes y date un punto por cada una con la que estés de acuerdo. Entre más alta sea tu puntuación, más elevado será tu nivel de confianza en colegas y superiores. 1. Confío en que mis colegas cumplirán oportunamente con lo que les corresponde hacer. 2. Los integrantes de mi equipo se expresan de manera sincera y honesta. 3. Siento que puedo reconocer mis errores ante mis compañeros. 4. La información que compartimos es correcta y precisa. 5. Confío en las promesas hechas por mis superiores. 6. Siento que los demás me respetan. 7. Mis aportaciones son valoradas. 8. La manera que tenemos de actuar es transparente. 9. Puedo compartir mis opiniones tal como las siento. 10. Mis superiores toman en cuenta los intereses de sus colaboradores.

Referencias bibliográficas: “The world’s most trusting societies” (2025). Canadá: Visual Capitalist. / Mühl, J. K. (2014). “Organizational trust”. Nueva York: Springer / Krot, K., Lewicka, D. (2012). The importance of trust in manager-employee relationships. “International Journal of Electronic Business Management” 10 (3), 224-233. / Hurley, R. F. (2006). The decision to trust. “Harvard Business Review”, edición de septiembre.

El círculo dorado de la confianza (parte tres)





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