miércoles, 13 de agosto de 2025

“Interpretar a Zazú es un sueño cumplido”

“Interpretar a Zazú es un sueño cumplido”

Desde sus comienzos en el Corral de Comedias, Ariel Bonilla tuvo claro que los escenarios eran lo suyo y hoy continúa triunfando en el musical “El Rey León”

Con un papel un poco fuera de lo común, ya que requiere fusionarse con una marioneta para crear la magia del clásico animado de Disney “El Rey León”, el actor y bailarín queretano Ariel Bonilla define su experiencia dentro de este famoso montaje musical como una de las más enriquecedoras de su carrera.

En una entrañable entrevista, el intérprete, quien ha construido una sólida trayectoria en cine y televisión, recordó sus inicios en el Corral de Comedias, recinto teatral ubicado en el corazón del Centro Histórico de Querétaro y con una gran historia, en donde descubrió su amor por la actuación. Además, le adelantó a “Códigoqro” que su meta es seguir vigente en el séptimo arte.

¿Cómo surge tu pasión por las expresiones artísticas?

Yo nací en la Ciudad de México, pero crecí en Querétaro, a la que considero mi tierra. Comencé estudiando en el Ballet Nacional de México un año y, al mismo tiempo, trabajaba con Paco Rabel, ahí en Corral de Comedias.

Después me dieron una beca para viajar a Nueva York para trabajar con Martha Graham y, tras viajar con ellos por todo el mundo, decidí dejar la danza y enfocarme en el teatro.

Regresé a México para abrir brecha en cine, teatro y televisión, y tuve la oportunidad de que comenzaron las audiciones para “El Rey León”, y aquí estoy.

¿Cómo llegas a “El Rey León”?

“El Rey León” llegó a mi vida hace muchos años: cuando yo estaba en la compañía de Martha Graham, un compañero hizo la audición para la gira nacional de Estados Unidos y se quedó con el personaje de Zazú; yo le ayudé con las líneas, yo recuerdo que me gustó tanto el personaje que me aprendí las líneas y me iba a practicar a los jardines yo solito, incluso una ocasión una señora se acercó y me dijo: “No sé qué estás practicando o para qué sea eso, pero te vas a quedar”… Y 15 años después, me quedo en “El Rey León”.

¿Qué es lo que más te gusta de este proyecto?

Al llegar a México hice muchas audiciones para cine, hice la película “Presencias”, de Luis Mandoki, con Yalitza Aparicio; hice varias series, pero finalmente me sentía creativamente atorado porque el cine y las series son muy rápidas: llegas, haces tu escena y te vas.

Cuando llega “El Rey León” a mi vida, las audiciones fueron de siete meses, yo tuve muchísimos filtros, desde el primer momento ha sido una de las experiencias más enriquecedoras en mi vida.

¿Cuál ha sido el mayor aprendizaje que te ha dejado el musical y por qué te identificaste tanto con Zazú?

Alguien me dijo en alguna ocasión que Zazú me había elegido a mí desde hace mucho tiempo y así lo creo. Yo, cuando audicioné para “El Rey León”, fui muy específico, yo tenía muy claro que el personaje que yo quería era Zazú, porque cuando analizas la obra, te vas dando cuenta de las características que puede tener el personaje y que comparte contigo.

Zazú es muy perfeccionista, es un gran ser humano, pero le gusta la perfección, que se siga el protocolo, y yo siempre he sido así, yo creo que por la danza, que me exige ser muy perfeccionista, y finalmente eso se va quedando en tu vida, a tal punto de que cuando estoy con Zazú, me siento parte de él, siento que no hay otro personaje que pudiera haber hecho más que este, porque siento que al final nos escogimos los dos. Zazú es un personaje muy entrañable, un personaje que la gente recuerda mucho, pero lo más bonito de él es que, a pesar de que las cosas no le salen bien, sigue siendo un gran ser humano y la única meta que tiene es mantener la paz y el orden y a mí eso me encanta, incluso en la compañía me gusta que nos llevemos bien, que estemos contentos; cuando sale algo mal en el escenario yo me pongo fatal, digo:

“¿Cómo es posible que esto esté pasando?”, pero lo bonito de estar en esta obra es que toca el corazón de la gente, esta experiencia es una gran oportunidad creativa, pero sobre todo humana.

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¿El mayor reto?

Es la convivencia con 51 personas con personalidades diferentes. Tú estás trabajando casi todos los días, el cansancio lo palpas en cada momento, pero aquí lo importante es cómo tratas a tus compañeros, cómo te relacionas con ellos, cómo salir de esta experiencia con amistades y con la satisfacción de haber hecho las cosas bien.

¿Cómo ha sido tu experiencia al manejar la marioneta?

¡Fue un trancazo! Es completamente ajeno a lo que tú ya manejas y sabes hacer bien. Cuando a mí me dieron la marioneta, me sentí como si nunca en mi vida hubiera actuado, porque es una marioneta muy compleja y muy pesada; entonces, el poder transmitir a la audiencia lo que tú quieres, a través de una marioneta, y hacerlo de una manera clara, no es fácil… es explorar, entender la marioneta y tener una comunión con ella para, de esa manera, poder transmitir al público los sentimientos y las emociones. El gran regalo para mí del público es cuando me dice: “Es que no te vi, en todo momento vi a la marioneta”, entonces me quedo satisfecho, porque sé que mi trabajo se está cumpliendo de una manera positiva.

¿Tienes alguna canción favorita del musical?

“Yo quisiera ser el rey” es una de mis favoritas, no porque la haga yo, sino porque siempre me ha gustado, y la canción de Mufasa, “Están en ti”, es una canción muy profunda que me hace llorar cada vez que la escucho.

¿Cuál era tu sueño de pequeño?

Muchos de los sueños que he tenido, gracias a Dios, los he cumplido; hoy uno de mis grandes sueños era estar en “El Rey León”, en este personaje. Estoy muy agradecido con la vida por darme la oportunidad de estar haciendo algo que amo, que es el teatro.

¿Qué significa para ti el teatro?

Como actor es un aprendizaje continuo, el teatro siempre ha sido muy noble con los seres humanos, es un aprendizaje día a día; yo amo esta obra porque habla mucho de cómo salir adelante, es una obra que te reta a verte más allá de tu zona de confort. El teatro no solo es una experiencia para el público, sino también para los actores, para seguir aprendiendo y seguir creciendo como seres humanos.

¿Qué sigue para Ariel?

Profesionalmente, seguir trabajando, haciendo cine. El cine siempre ha sido lo que más me ha llamado y me gustaría seguir explorándolo. 

Con proyecto Antenas, protegen derechos de los niños





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